Sirve la copa de vino
Celebra por el final que se cumplió en Nunca jamás
Mece tu silla mientras me arrullas en tus arcos
Ilumina de nuevo la luna una vez más
Dime las historias que atravesaron por tus ventanas
Cierra mis ojos y contaré hasta diez
Hasta soñar con ese momento
Que jugaste a la ruleta rusa con aquel juguete mortal
Y luego envenenaste el vino de tu rival.
Un paraíso enfermo construiste con un río
Que nos dividía a los dos.
Tiempo, solo el tiempo me dio respuestas
Y el primer final solo me lo diste tú
Siempre seremos, nunca seré
Seré prisionera de la oscuridad
Llamando a la sombra de las sonrisas,
Para que compartan mentiras y falsas condenas.
Por siempre seguiré soñando con ser libre
Libre de tus riendas
Libre de tus palabras
Si tus labios cadavéricos me sueltan
Los remordimientos que conjura tu alma
¿Qué cambia? ¿Un pasado paradójico sin regreso?
Vil hombre solías ser al momento de fulminar
Cada olvido que a mi mente atacaba
Una soga que recubre mi cuello de vidrio
Esperando que tense su cuerpo para acabar
con el presagio que a mis oídos redundan
que una víctima ha sido despojada
de sus apatías
Bailas frente a mi la danza mortal
que te eleva y te delata que quieres morirte.
ya tus dilatadas pupilas dejaron de brillar
donde tus quebradizos brazos no pueden ya cargar
el peso de mis llantos.
Cumpliste tu deseo y yo cumplí con odiarte ahora
¡Ganaste!
Yo te perdí
Intentaré anestesiarme el pecho
Para ser un zombie insensible
Sin camino
Verteré agua tibia en mis sombras
Para calentar mis pies y olvidar
Tus fríos pasos que te llevaron
A la egolatría.
¡Cobarde! No te atreviste a lanzarme al abismo
Y entregarme a mí el maleficio. ¡Egoísta! Te quedaste con él
Ahora mi fe la entrego, se cubre de nada y despega al infinito
A buscar otro cobijo
El sonido de vacío queda impregnado en esta silla
Donde puedo sentir ya el óxido de tu aliento
Que yacen de tus huesos encadenados por un suburbio sueño
Ocasionaste la inauguración de la era sombría.
Mi última caricia de la poca sensibilidad que rastrea mi sentido
Podré gastarla con tu gélido cuerpo
Se acabaron las cartas de nuestro perenne juego
Ya las piezas se plantaron en el cemento
No escuché la advertencia de que esto pasaría…
Coge tus maletas
Descansa en paz, que yo descansaré a tu lado…