Escapista sin rumbo

Una dulce culpa abandona tus labios
Donde un sueño cubre un deseo escapista
Todo en ti carece de sentido
Solo que tus instintos van en busca del paraíso.

Un frío recorre tus pies atados a tu vida habitual
Un vértigo intenso, oscura soledad
Llena de nada, falta de todo.

No hay vanidad en tus ojos
Desesperación silenciosa tras una sonrisa solloza
Un corazón que grita ser amado.

A prisa descuelgas el disfraz detrás de tu puerta.
Buscando la salida para poder ser feliz una noche.

Prefieres no saber, prefieres no escuchar, prefieres no recordar
de donde provienes, hacia donde vas.

Miles de manos te extienden y nunca logran alcanzar la llave
Para tu liberación

Ojos perdidos imploran deseo
Corres y te detienes sin rumbo
Arrancando aquel reloj de tu muñeca izquierda.

No quieres saber del tiempo
No quieres saber del deber
Persigue a una doncella desconocida
En el refugio eterno que espera por ti

Tu única testigo, la ceniza de un cigarro a medio terminar
El viento se la lleva igual que tus deseos

Buscas las respuestas en libros
En las canciones
En letras muertas por el tiempo
En otras almas dormidas
En cada latido de tu corazón
En las 4 paredes de tu habitación
En el fantasma que duerme a tu lado
En la amiga a la que llamas almohada
En aquella foto color sepia que
nunca te abandonó.

¿Qué te impide respirar?
Tus propias manos en tu cuello

Escapista sin rumbo
Mi caballero nocturno

*Dedicado a un excelente cantante que me inspiró... Damian Zach