Sirena

Condena que ella promulga fuertemente con sus manos entregadas junto a sus pesadillas, a sus dolores, sus sueños, a sus amores.
Quiere abandonarla, pero su oscura mente es empapada por ideas esclavizantes que la atosigan.

Esta desarmada, todo es en contra de su voluntad. Sollozos momentos que la aprisionan por falta de aliento, pero una mano extendida la llena de aire que estimula sus sentidos y logra perdurar con sus deseos que impregna en una hoja de papel.

Llena de riquezas, piedras preciosas, monedas de oro, pero no son suficientes para colmar su felicidad. Algo le falta, algo le incomoda, la pobreza de su alma es falsa. Ella se convence de que no tiene nada, pero desconoce que lo tiene todo.

Es la única que arriesga sus pensamientos, entrega sus palabras sin miedo a ser sorprendida, pero ¿Nadie la ve? O ¿Ella lo cree así?

Se inunda de valentía, grita por mí, expresa lo que no puedo expresar. Dibuja, mancha con su propia sangre mis silencios.
Mis ojos orgullosos callan mis labios, pero animan a mis dedos a agradecerle. Mi corazón se exalta cuando la siente.

Ella es invisible; sin embargo se hace presente en cada ajeno escrito sin dejar huella, con lágrimas ocultas
No desaparezcas, tus místicos deseos completan, inspiran, entristecen y animan. Con tu violín hipnotiza mi mirada.

Sigue nadando Sirena, en el inmenso e infinito océano con los delfines, peces y tiburones que te deleitan al pasar…