Mi silencio

No soporto no poder volar hasta los infinitos, allí donde tú estás

Quisiera ser más que una simple máquina de existencia

Que lleva en sí un cúmulo de emociones para regalarte

Quiero respirar ese aire que te rodea para seducirte las ansias y respires conmigo

Deseo caminar mis pies desnudos por esos terrenos sedosos de tus senderos prohibidos

Para recorrer sin fin hasta intentar saciarme

Quiero colorear de púrpura los claveles fúnebres que ahora piden renacer

Para invadir ese vergel de tu mirada poseedora

¿Sabes que significado tiene la incertidumbre de cómo sería estar a tu lado?

Pues certero fuese que tu ausencia arremete contra mí y me produce descontrol por culpa de aquel amor naciente.

Quiero saciar a mis oídos con esos poemas que derramaste para mí directo de tus labios

Caería en un abismo si en su infinito te haces presente aunque sea la primera y última vez que admiro tus ojos

Sígueme hasta donde una vez te pedí que te lleves mi alma desmayada a la orilla de una isla desierta. Contaremos las estrellas presumidas hasta quedarnos sin voz, pidiéndole a la luna ser testigo de aquel inmortal encuentro.

Mis letras no son oscuras, no expresan dolor, ni penumbra, las cuales te hipnotizan y te embelesan, pero destilan mis sentidos y eres tú quien me abstrae del mundo.

¿Ha estado roto tu corazón? ¿Cuántas veces? ¿1, 2,3 o 4?, pero sería la primera vez que alguien con tantas ganas quisiera recuperarlo.

Un silencio nos invade, a causa de una ilusión detenida que no quiere ser desplegada para no liberarla vanamente

Pero perdería mis fuerzas contándole al mundo de aquel sincero despertar que me sacó de un vacío infernal.