La oscuridad de mis ganas explota
Remueven los sentidos de mi inquietud
Mi sueño son largos caminos que exploran
Y siempre al final de mi camino estás tú
Tú y yo cumpliendo con el destino
Dejándonos llevar por la adicción
Luchando con altibajos del camino
Para que nunca se acabe el amor
Hoy sueño con vivir a tu lado
Pidiéndole a Dios su bendición
Que me de fuerzas para querernos
Y que no nos separe el dolor
Yo nací para quererte sin final
Para siempre poder tenerte
Para vivir colmada de felicidad
Y no sufrir el golpe de perderte
Al final de mi camino siempre estás tú.
1 comentario:
Bienaventurado o bienvanturada esa persona a quien se le dedican o se le dedicaron estas palabras. Porque ellas descifran la fuerza y el poder de amar y sentir algo especial hacia alguien. Lo importante es decirlas, escribirlas, sentirlas y hacerlas comunicar como sea para que el veneno del desamor no hiera. A veces lo importante en ciertas etapas de la vida no es tanto ser amado o amada (aunque es muy bueno y necesario) sino amar, expresar, manifestar y accionar eso hermoso que se siente dentro... Exteriorizarlo a esa persona, para no fallecer calcinado o calcinada por esa llama de sentimientos que consume y que se intensifica con el silencio. Bendiciones y saludos!
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